Un sabor agridulce es lo que me ha dejado este drama. Lo empecé en medio del hipe que tenía y además venía con ganas de ver algo ligero ¿obtuve lo que esperaba? Lo cierto es que no y quizás mi error fue empezarlo con las expectativas muy altas y es que esta historia tuvo y tiene a su favor el favoritismo en redes sociales y quizás solo quizás el no atreverse a ir contra la opinión popular...

Los personajes me parecieron adorables, con su dosis alta de cringe y problemas que muchas veces se resolvía hablando pero claro, a la falta de un conflicto estable era complicado mantener la trama durante 12 capítulos.

Pero no todo fue malo, no la pasé terrible mientras lo veía: me hacían reír, las parejas son agradables de ver y visualmente es muy brillante y bonito.

Mi problema fue lo inverosímil que se volvió a partir del capítulo 4 cuando la falsa identidad era insostenible pero por arte del guión: ni el protagonista, ni su abuelo ni nadie era capaz de darse cuenta de que una de sus empleadas era la prometida del CEO jaja...

Luego cada capítulo siguió el mismo patron: presentación, introducción a un posible conflicto, resolución. Para el capítulo 8 se volvió insostenible, repetitivo y tedioso de ver. La pareja secundaria era infantil y los personajes que aparecieron luego... bueno: de relleno.

Destaco los memes, frases icónicas, la química y los detrás de escena que son joyitas.

A la próxima intentaré ver dramas sin demasiadas expectativas o sin dejarme llevar tanto por la opinión externa.