Esta resenha pode conter spoilers
Cuando andaba buscando un pedacito de tranquilidad para sumergirme después de ver Signal —y darme cuenta que me dejó con una ansiedad monumental invadiendo mi cerebro— fue cuando me topé con You Are All Surrounded y me la vendieron como una comedia policial en cualquier lugar donde busqué reseña disponible, pero lo cierto es que yo lo de comedia nunca se lo ví. Sin embargo, dejé pasar el desliz muy disimuladamente y me quedé viendo hasta el final por dos motivos 1) Lee Seung Gi y 2) el primer episodio me enganchó. Así que, por azares del destino y caprichos míos, terminé líada en otra serie con el rebuscado asunto de la policía corrupta en su doceava versión corregida y aumentada. Pero miren, ustedes no están aquí para escucharme ni yo para quejarme, y como drama de transición me gustó mucho. También vale destacar que You Are All Surroundend es muuuy ligera comparada con la densidad que se respiraba en Signal; más oscura y pesada que cualquier otro drama que me haya caído encima y eso, de cierta manera, lo agradezco profundamente. Aunque personalmente sentí que falló en cuanto a guión y profundidad de personajes, tuvo sus momentos de lucidez, la trama en sí nunca decayó y hasta el último episodio los giros argumentales fueron exquisitos.
Eun Dae Goo presenció a los 15 años el asesinato de su madre mientras él se escondía bajo la cama sin poder articular algún sonido; el suceso en sí lo traumatizó a tal grado que en el presente no puede dormir sin una luz ligera o la televisión encendida apuntando por algún lado de la habitación. Y en cuanto a carácter el crimen también dejó estragos: callado, tajante, ufano y seco sus silencios terminan exasperando a su jefe con más regularidad de la que nos gustaría. Aunque en un principio este no sospecha de la actitud del chico hacía él y el vínculo del pasado que los une por la muerte de su madre, no tardará mucho en darse cuenta.
Seo Pan Suk es una leyenda viva dentro de la organización policial; como detective sus tácticas y persistencia en el campo de investigación son innegables (aunque las vemos muy por arriba, sin jamás explicarnos cuáles son) pero tiene un carácter endemoniado y errático, producto de todo lo jodidamente mal que la ha pasado en esta vida. La noche que fue asesinada la madre de Dae Goo también fue dolorosa para él pero por diferentes motivos, los cuales también involucran a su entonces esposa Kim Sa Kyung, actual encargada del Equipo de Personas Desaparecidas. Aunque en un principio detesta a los cuatro chicos que la jefa Kang pone a su cuidado poco a poco les comienza a tomar aprecio, gracias en parte al jefe de brigada Lee y las situaciones que los pobres tienen que pasar para poner a prueba la paciencia de cualquiera.
Los otros tres novatos son Uh Soo Sun, una chica que creció en el mismo pueblo que Dae Goo, Ji Gook un joven nerd que no sabe muy bien qué hacer con su vida y Park Tae Il, un niño rico y bien vestido cuyas aspiraciones en el pasado estaban muy lejos de ser detective.
Como mencioné más arriba: vine por la comedia y me quedé por la trama. El primer episodio es introducción pura a los personajes principales y una visión general *y algo superficial* a los eventos del pasado, pero conforme la serie avanza aquello adquiere matices oscuros apoyados en giros inesperados. La historia en sí nunca decae, pero el guión me quedó debiendo mucho. No voy a mentir al decir que hay diálogos buenos y tuvo sus momentos memorables aquí y allá, pero cuando tú metes a seis personas en una escena esperas que exista una lluvia de ideas donde se derroche la inteligencia y la diversidad de cada uno, no sé, algo más que dos o tres palabras por persona. Y me declaro fan total del Equipo 3, del jefe Seo y del tío Lee, pero me hubiera gustado ver más de ellos, tanto a nivel personal como laboral; dentro de lo que cabe todo quedó muy por encimita y quizá por eso sentí un vacío cuando terminó.
Kim Sa Kyung y Seo Pan Suk. A esta pareja se le podía haber sacado mucho jugo pero, aunque hicieron el intento de profundizar en ellos, no lo consiguieron tan bien como deberían. Y ya para el final como que se olvidan un poquito de estos dos para centrarse en el tema principal, pero por suerte retoman su situación para el cierre. Aun así hubiera sido un deleite que les dieran más espacio para explorar ese pasado tan complicado que tuvieron y que de cierto modo marcó de manera permanente su relación hasta la actualidad.
La jefa Kang Suk Soon ha sido de lo mejor. Llegó un punto en la historia en el que sentí que era una traidora y un episodio después la veía como una víctima. Me ha costado lo mío decidirme si quererla o guardarle cierto resentimiento por cómo hizo las cosas desde el principio, pero el temple y la determinación, además de su amor innegable a su profesión, son dignos de reconocer, y creo que al final todos fueron capaz de ver el panorama de una manera mucho más general lo que terminó de determinar su imagen a un lado positivo.
Conforme el drama avanzaba comencé a extrañar los efectos visuales del principio. Dae Goo tiene memoria fotográfica y gran parte de eso fue lo que les ayudó a resolver uno de los primeros casos que les fueron asignados, por lo que ciertos efectos eran puestos en la pantalla para que te dieras cuenta de cómo era que él veía y deducía las cosas, pues de repente así sin más, esto despareció y la situación perdió un poco el encanto.
Los villanos también tuvieron su oportunidad de brillar y a su manera lo hicieron bien: Yoo Moon Bae entra como el congresista aparentemente intocable que ha olvidado cuáles fueron sus orígenes. Me encantan esos enemigos del orden que parecen estoicos, incapaces de levantar la voz porque con un sólo movimiento pueden hacer arder el mundo, pero cuando sus muros de resistencia se derrumban entonces sí, se ponen a lanzar jarrones al suelo y tazas contra la pared y le gritan hasta a la maceta que tienen al lado. El simpático de Moon Bae es uno de ellos. Su hija es la villana en el cuento equivocado, pobrecica, al final me ha dado un poco de pena que sólo haya sido un vil títere para su padre durante más de una década y la mujer apenas se dió cuenta, pero como es una estúpida grosera pues mira, se merece eso y más. Sobra decir que el verdadero motivo del asesinato de la mamá de Dae Goo da mucha pena y vergüenza.
El encargado de la División de Detectives, el imperturbable Cha Tae Ho, fue quien más me hizo reír. Mira que se necesita talento para ser un pesado de pies a cabeza y además tener el suficiente mal humor para que nadie te tome en serio, pero él lo consiguió bastante bien y a base de arrebatos de ira y supersticiones al por mayor logró ganarse un lugarcito pequeño en mi corazón.
El final fue satisfactorio, en realidad. Tampoco es que se viera desde el principio que esto no fuera a terminar bien, siendo una comedia tiene que terminar bien ¿no? Personalmente la recomiendo para quien no sea demasiado exigente con un drama. Es sólo para pasar el rato y para ver a Lee Seung Gi.
Eun Dae Goo presenció a los 15 años el asesinato de su madre mientras él se escondía bajo la cama sin poder articular algún sonido; el suceso en sí lo traumatizó a tal grado que en el presente no puede dormir sin una luz ligera o la televisión encendida apuntando por algún lado de la habitación. Y en cuanto a carácter el crimen también dejó estragos: callado, tajante, ufano y seco sus silencios terminan exasperando a su jefe con más regularidad de la que nos gustaría. Aunque en un principio este no sospecha de la actitud del chico hacía él y el vínculo del pasado que los une por la muerte de su madre, no tardará mucho en darse cuenta.
Seo Pan Suk es una leyenda viva dentro de la organización policial; como detective sus tácticas y persistencia en el campo de investigación son innegables (aunque las vemos muy por arriba, sin jamás explicarnos cuáles son) pero tiene un carácter endemoniado y errático, producto de todo lo jodidamente mal que la ha pasado en esta vida. La noche que fue asesinada la madre de Dae Goo también fue dolorosa para él pero por diferentes motivos, los cuales también involucran a su entonces esposa Kim Sa Kyung, actual encargada del Equipo de Personas Desaparecidas. Aunque en un principio detesta a los cuatro chicos que la jefa Kang pone a su cuidado poco a poco les comienza a tomar aprecio, gracias en parte al jefe de brigada Lee y las situaciones que los pobres tienen que pasar para poner a prueba la paciencia de cualquiera.
Los otros tres novatos son Uh Soo Sun, una chica que creció en el mismo pueblo que Dae Goo, Ji Gook un joven nerd que no sabe muy bien qué hacer con su vida y Park Tae Il, un niño rico y bien vestido cuyas aspiraciones en el pasado estaban muy lejos de ser detective.
Como mencioné más arriba: vine por la comedia y me quedé por la trama. El primer episodio es introducción pura a los personajes principales y una visión general *y algo superficial* a los eventos del pasado, pero conforme la serie avanza aquello adquiere matices oscuros apoyados en giros inesperados. La historia en sí nunca decae, pero el guión me quedó debiendo mucho. No voy a mentir al decir que hay diálogos buenos y tuvo sus momentos memorables aquí y allá, pero cuando tú metes a seis personas en una escena esperas que exista una lluvia de ideas donde se derroche la inteligencia y la diversidad de cada uno, no sé, algo más que dos o tres palabras por persona. Y me declaro fan total del Equipo 3, del jefe Seo y del tío Lee, pero me hubiera gustado ver más de ellos, tanto a nivel personal como laboral; dentro de lo que cabe todo quedó muy por encimita y quizá por eso sentí un vacío cuando terminó.
Kim Sa Kyung y Seo Pan Suk. A esta pareja se le podía haber sacado mucho jugo pero, aunque hicieron el intento de profundizar en ellos, no lo consiguieron tan bien como deberían. Y ya para el final como que se olvidan un poquito de estos dos para centrarse en el tema principal, pero por suerte retoman su situación para el cierre. Aun así hubiera sido un deleite que les dieran más espacio para explorar ese pasado tan complicado que tuvieron y que de cierto modo marcó de manera permanente su relación hasta la actualidad.
La jefa Kang Suk Soon ha sido de lo mejor. Llegó un punto en la historia en el que sentí que era una traidora y un episodio después la veía como una víctima. Me ha costado lo mío decidirme si quererla o guardarle cierto resentimiento por cómo hizo las cosas desde el principio, pero el temple y la determinación, además de su amor innegable a su profesión, son dignos de reconocer, y creo que al final todos fueron capaz de ver el panorama de una manera mucho más general lo que terminó de determinar su imagen a un lado positivo.
Conforme el drama avanzaba comencé a extrañar los efectos visuales del principio. Dae Goo tiene memoria fotográfica y gran parte de eso fue lo que les ayudó a resolver uno de los primeros casos que les fueron asignados, por lo que ciertos efectos eran puestos en la pantalla para que te dieras cuenta de cómo era que él veía y deducía las cosas, pues de repente así sin más, esto despareció y la situación perdió un poco el encanto.
Los villanos también tuvieron su oportunidad de brillar y a su manera lo hicieron bien: Yoo Moon Bae entra como el congresista aparentemente intocable que ha olvidado cuáles fueron sus orígenes. Me encantan esos enemigos del orden que parecen estoicos, incapaces de levantar la voz porque con un sólo movimiento pueden hacer arder el mundo, pero cuando sus muros de resistencia se derrumban entonces sí, se ponen a lanzar jarrones al suelo y tazas contra la pared y le gritan hasta a la maceta que tienen al lado. El simpático de Moon Bae es uno de ellos. Su hija es la villana en el cuento equivocado, pobrecica, al final me ha dado un poco de pena que sólo haya sido un vil títere para su padre durante más de una década y la mujer apenas se dió cuenta, pero como es una estúpida grosera pues mira, se merece eso y más. Sobra decir que el verdadero motivo del asesinato de la mamá de Dae Goo da mucha pena y vergüenza.
El encargado de la División de Detectives, el imperturbable Cha Tae Ho, fue quien más me hizo reír. Mira que se necesita talento para ser un pesado de pies a cabeza y además tener el suficiente mal humor para que nadie te tome en serio, pero él lo consiguió bastante bien y a base de arrebatos de ira y supersticiones al por mayor logró ganarse un lugarcito pequeño en mi corazón.
El final fue satisfactorio, en realidad. Tampoco es que se viera desde el principio que esto no fuera a terminar bien, siendo una comedia tiene que terminar bien ¿no? Personalmente la recomiendo para quien no sea demasiado exigente con un drama. Es sólo para pasar el rato y para ver a Lee Seung Gi.
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