Qué difícil me resulta reseñar A Beautiful Mind. Los dramas médicos nunca han sido lo mío; de hecho, quizá, junto con los históricos, son los que peor se me dan. Sin embargo, estuve dispuesta a darle una oportunidad, y no me arrepiento, aunque dudo mucho que alguna vez lo vuela a visualizar.
La premisa de la criatura del doctor Frankestein no es nueva, salvo que el personaje de Shelley no era ajeno al dolor emocional (más bien, se ahogaba en él de una manera que no sabía procesar). Pero no deja de ser "una monstruosidad" el no poder expresar los sentimientos más básicos. En ese aspecto, Jang Hyuk brilla demasiado: se necesita una versatilidad actoral única para interpretar a un personaje inexpresivo y él lo hace a la perfección.
Poner a personajes así de pétreos y fríos frente a la pantalla, convertirlos en protagonistas y pretender que empatizemos con ellos, puede ser un arma de doble filo. Generalmente, para que eso suceda necesitamos a otro personaje que le haga un peso contrario en la balanza. Alguien que sea todo lo contrario a lo que éste es. Alguien jovial y carismático. Alguien que pueda comprender y que sirva como brújula moral ante cualquier escenario. Tanto para el personaje como para el público. Park So-dam es maravillosa en ese papel a pesar de su juventud.
Y a pesar de todo (un guión a la altura, una buena dirección, un desarrollo de personajes bastante aceptable), el drama nunca me atrapó. Por momentos se me hacía sumamente lentísimo y en otros más se aceleraba a un ritmo frenético. Los personajes jamás consiguieron ganarme, a pesar de que tuvieron sus momentos y su relación siempre fue de menos a más. Aun así, pienso que todos deberían darle una oportunidad, por lo menos a los primeros dos episodios. Después de eso, si la curiosidad continúa, seguramente será un drama que será de su agrado.
La premisa de la criatura del doctor Frankestein no es nueva, salvo que el personaje de Shelley no era ajeno al dolor emocional (más bien, se ahogaba en él de una manera que no sabía procesar). Pero no deja de ser "una monstruosidad" el no poder expresar los sentimientos más básicos. En ese aspecto, Jang Hyuk brilla demasiado: se necesita una versatilidad actoral única para interpretar a un personaje inexpresivo y él lo hace a la perfección.
Poner a personajes así de pétreos y fríos frente a la pantalla, convertirlos en protagonistas y pretender que empatizemos con ellos, puede ser un arma de doble filo. Generalmente, para que eso suceda necesitamos a otro personaje que le haga un peso contrario en la balanza. Alguien que sea todo lo contrario a lo que éste es. Alguien jovial y carismático. Alguien que pueda comprender y que sirva como brújula moral ante cualquier escenario. Tanto para el personaje como para el público. Park So-dam es maravillosa en ese papel a pesar de su juventud.
Y a pesar de todo (un guión a la altura, una buena dirección, un desarrollo de personajes bastante aceptable), el drama nunca me atrapó. Por momentos se me hacía sumamente lentísimo y en otros más se aceleraba a un ritmo frenético. Los personajes jamás consiguieron ganarme, a pesar de que tuvieron sus momentos y su relación siempre fue de menos a más. Aun así, pienso que todos deberían darle una oportunidad, por lo menos a los primeros dos episodios. Después de eso, si la curiosidad continúa, seguramente será un drama que será de su agrado.
Esta resenha foi útil para você?