Fue simplemente precioso. Fue un final dulce, encantador. Todo el drama en sí lo fue, aunque toca temas de vital importancia bastante comunes a esa edad, la importancia de no fijarse sólo en las apariencias de las personas y de aceptarte a ti mismo como eres. Porque ser más bello o más feo no determina que seas más feliz o menos feliz, porque tengas la cara que tengas o el cuerpo que tengas si vas a tener dificultades, problemas, enfermedades o lo que sea que te toque vivir, lo vivirás y ya. Me encantó cuando Mi Rae se lo dijo a Soo Ah: Sí, eres más hermosa que yo. ¿Eso haces que tengas una mejor vida o que sea más feliz que yo?

También me gustó mucho lo de los padres de Kyung Seok. El tipo hasta el último momento, cometió errores. ¿Es eso amor lo que él siente? O cómo ella dijo muchas veces, simplemente las ganas de tener la flor más hermosa en su casa. Vivir de apariencias, como si ella no fuera una persona con sueños y aspiraciones propias más allá de ser mostrada como un trofeo en una vitrina de cristal.

Entre Young Woo y Hyun Jung, aunque no creo que comiencen a salir de una vez, pero hay química. Me gustó que dieron a entender, que allí puede haber algo., Esas miradaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas.

Y bueno, a lo que venimos. Mi Rae y Kyung Seok. *-* La evolución que ellos tienen como pareja me encanta, porque ella se limitó a hacer lo que quiere hacer. Tomarlo de la mano, regalarle cosas, sonreírle, hablar, salir, sin preocuparse por los demás. Me gustó cuando ella le dice: Al parecer menos personas estaban pendientes de mi vida de lo que pensaba. O sea, ella estaba viviendo por los demás, por lo que dirían sin saber realmente cómo reaccionarían. Y al final todos la apoyaron.

La escena en el mirador fue preciosa.